«El secreto de sus ojos» – Reposición

secretDirección: Juan José Campanella
Filmografía: Luna de Avellaneda (2004), El hijo de la novia (2001).
Producción: Argentina, España. 2009
Censura: 14 años
Duración: 127 min.

Funciones:
Domingo 1° al Miércoles 4 Agosto: 17.00 y 21.00 hrs.
Jueves 5: 19.00 hrs.
Viernes 6 a Jueves 12: 17.00 hrs.
Viernes 13: 21.00 hrs.
Domingo 15: 17.00 hrs.
Lunes 16: 15.00 hrs.
Miércoles 18 y Jueves 19: 15.00 hrs.

Benjamín Espósito, secretario de un Juzgado de Instrucción de la Ciudad de Buenos Aires, está a punto de retirarse y decide escribir una novela basada en un caso que lo conmovió treinta años antes, del cual fue testigo y protagonista. Su obsesión con el brutal asesinato ocurrido en 1975 lo lleva a revivir aquellos años, trayendo al presente no sólo la violencia del crimen y de su perpetrador, sino también una profunda historia de amor con su compañera de trabajo, a quien ha deseado y amado fervorosamente y en silencio durante años. La novela que escribe Espósito nos hace recorrer los años 70, cuando en Argentina se vivían épocas turbulentas, el aire estaba enrarecido y nada era necesariamente lo que parecía ser.

secret 2Premios:

  • Academia Argentina 2009: Doce medallas, de las que destacan a Mejor Actor, Mejor Actriz, Mejor Director, Mejor Director de Arte, Mejor Música.
  • Círculo de Escritores de Cine de España 2009: Mejor Actriz, Mejor Fotografía, Mejor Guión Adaptado, Mejor Actor Secundario.
  • Festival de La Habana 2009: Mejor Actor, Mejor Director, Mejor Música, Premio Especial del Jurado y Premio del Público.
  • Goya 2010: Mejor Película Hispanoamericana, Mejor Actriz Revelación.
  • Oscar 2010: Mejor Película Extranjera

Crítica de «Camino a la redención».

caminoalaredencion-2Tomado de El País

La hipnosis que provoca esa mujer desnuda que se levanta de una cama compartida con un macho desconcertado y mira con expresión ausente a través de la ventana no proviene de la lógica sensualidad que emana ese cuerpo (su dueña es Charlize Theron) sino del océano de sufrimiento interno, las heridas sin cicatrizar y el misterio que evidencian esos ojos muertos, la indiferencia ante los paseantes que contemplan su aparente exhibicionismo, su implacable despedida al amante que parece tan bien follado como escasamente necesitado. Edward Hopper podría haber pintado la soledad de esa mujer. Pero no estamos ante un cuadro describiendo la desolación. La zombi se pone en movimiento, intenta sobrevivir, se autoflagela, hace impecablemente su trabajo, está a disposición de cualquiera que se limite a desearla.

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Recordando el reciente Día del Patrimonio 2010.

P1050058El barrio Arturo Prat-San Diego celebró el día del Patrimonio 2010.

El domingo 30 de mayo a las 10 hrs., con la asistencia de más de medio centenar de curiosos visitantes en el Teatro Cariola, se dio inicio a un nuevo recorrido por el barrio Arturo Prat-San Diego, organizado por la Corporación Cultural Gestarte y el Comité de Desarrollo del Barrio. La primera visita fue guiada por José Luis Gómez, Presidente de la Sociedad de Autores Teatrales de Chile (SATCH), y las siguientes fueron apoyadas por Daisy Carvajal y Claudio Rojas, estudiantes de Turismo del CFT Los Leones. En la oportunidad se dio a conocer la historia del teatro y se mostraron las salas Carlos Cariola, ubicada en la primera planta, y Alejandro Flores, en el subterráneo. Además se pudo conocer el escenario, el foso para la orquesta y los camerinos, donde una de las visitantes recordó su participación en una obra con una de las compañías que se presentó en el teatro. Los visitantes se llevaron además del recuerdo una revista con la historia del teatro y de la SATCH.

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Reflexiones en torno a «El secreto de sus ojos».

secret 2El pasado que no fue

Eduardo Saavedra Díaz
Abogado

En más de una oportunidad hemos pronunciado –no exentos de ironía- la frase “tu pasado te condena”, cada vez que nos percatamos de la incapacidad de nuestro interlocutor de superar una herida que ha preferido dejar atrás. Sobre todo cuando notamos que su esfuerzo de superación le resulta infructuoso, porque ese dolor todavía permanece en su presente, a pesar de su obstinada carrera por evadirlo con la vana esperanza de una futura vida feliz.

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