Los directores jóvenes que se tomarán el cine chileno del 2012 son debutantes o con dos cintas a cuestas, pero han conseguido notoriedad en festivales internacionales.
por Jorge Letelier
Si como hacen los economistas locales, uno se fijara en las cifras macroeconómicas para establecer un diagnóstico general, el 2011 fue algo así como el año soñado para el cine chileno. Los cerca de 920 mil espectadores que asistieron a salas a ver títulos locales, casi triplicaron la cantidad de asistentes del 2010, con tres filmes excluyentes: Violeta se fue a los cielos, Qué pena tu boda y 03:34 Terremoto en Chile.
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Y si dentro del país la taquilla dio para más de un abrazo (sumado al récord de 29 estrenos), internacionalmente se consolidó lo que ya había empezado hace un par de temporadas: títulos aplaudidos y compitiendo en destacados festivales. Fue el caso de Cannes (Bonsái), Venecia (Verano), Berlín (El Mocito), San Sebastián (Sentados frente al fuego) y Locarno (El año del tigre).
«Hay un momento súper expansivo del cine chileno, por la cantidad de películas y éxito internacional», resume Sebastián Lelio, quien el 8 de marzo llega a las salas con El año del tigre. «Va a ser un año en que se consolidará el cine joven, con óperas primas potentes, y segundas y terceras películas más osadas», aventura.
Justamente, como predice Lelio, el rasgo que predomina entre los títulos del 2012 es el de los cineastas jóvenes y con recorrido internacional: Marialy Rivas (Joven y alocada), Elisa Eliash (Aquí estoy, aquí no), Rodrigo Marín (Zoológico), Matías Cruz (Miguel, San Miguel), «Che» Sandoval (Te creís la más talentosa) y Fernando Guzzoni (Carne de perro), entre otros. Además, no es menor el dato de que este año habrá dos chilenos en la Residencia de Cannes, preparando sus nuevos proyectos: René Ballesteros y Christopher Murray.
Rivas, que con Joven y alocada estará este mes compitiendo en Sundance y en febrero en Berlín, se lanzará a salas el 3 de mayo de la forma «más comercial posible», como dice. «Creemos que la película tiene potencial. Hay sexo y al público le gusta ir a mirarlo. Y junto con las pasadas en Sundance y Berlín, tenemos un agente de ventas para la distribución internacional. Además, en EEUU me ofrecieron hacer un remake», cuenta.
Su filme, que pone a una joven evangélica y bisexual que lucha por liberarse de su conservadora familia para disfrutar su libertad, busca replicar el modelo usado por La nana: repercusión en festivales, presencia en EEUU y con el «ruido» mediático, salir fuerte en la cartelera local. «Eso al chileno le importa», dice.
En las antípodas de Joven y alocada se ubica Aquí estoy, aquí no, de Elisa Eliash, la realizadora de la aplaudida Mami, te amo. Esta comedia sobre un periodista con sobrepeso y una estrella del rock viene de ganar el Festival Cine B y apunta a una estrategia radical para su estreno del segundo semestre: «Voy a estrenar en salas no comerciales y quiero investigar las estrategias, usar internet y encontrar un sistema como el que usan los piratas, que son redes gigantes que llegan al público que nosotros quisiéramos para las salas de cine arte».
Para algunos, la distribución en circuitos alternativos es la única forma de «no morir aplastados por Harry Potter», como grafica la propia Eliash. Otros, en cambio, se debaten entre una producción modesta y alcances masivos, como el caso de Matías Cruz. Luego de varios ires y venires, el director debutante tiene terminada Miguel, San Miguel, la esperada historia sobre los orígenes de Los Prisioneros. Acaba de ganar el premio a la posproducción en el Festival de La Habana, y espera el Fondo Audiovisual para terminar en 35mm. «Tengo la expectativa de estrenar comercialmente, de llegar a la mayor cantidad de salas. Pasa que Miguel, San Miguel es una película modesta de un tema gigante, pero espero poder pasar los 100 mil espectadores», calcula.
La cinta, que se basa en la óptica del baterista del trío, Miguel Tapia, planea llegar a salas en septiembre u octubre, y apuesta su fortaleza en el éxito local. Rodrigo Marín, por el contrario, le da sus fichas al mercado estadounidense. El director de Las niñas (2008) tiene un plan definido para Zoológico, su crónica sobre tres quinceañeros santiaguinos: «Tengo un distribuidor en EEUU para hacer el circuito de cine arte universitario. Partiré por el festival de Miami en marzo y luego recorreré museos, colleges y facultades. Luego de eso estrenaré en Santiago, en junio».
No son los únicos. Se espera también a Cristián Jiménez (Bonsái), Alejandro Fernández (Sentados frente al fuego) y No (Pablo Larraín), junto a incógnitas como el western Sal (Diego Rougier) y la apuesta comercial de Stefan vs. Kramer (ambas el 22 de marzo). Para todos los gustos.
Fuente: La Tercera